lunes, 1 de diciembre de 2014

Cortometraje.



Capitulo I

DESTIERRO DE LO DIVINO



En el hogar de los dioses olímpicos, un bello paraíso, el Olimpo, nace Argea que es la hija del Dios de la guerra, el famoso Hermes, siendo pues producto de una aventura con Afrodita, Hefesto (Esposo de Afrodita) enfurecido por su aventura no permitio que esta conservara su hija por lo cual se la entregaron a Hermes para que este la conservara y educara, a pesar de que Hermes fuera violento, sanguinario y a pesar de que tenía una mano destructiva, Hermes no sabia realmente que hacer con la criatura, no sabía si dejarla con los mortales o quedarsela, así que decidio ir con su hermana Atene (Diosa de la Sabiduría) con la esperanza de encontrar consejo. – No sé que hacer, hermana… Realmente nunca quise procrear y ahora me dejan a esta criatura esperando que yo la eduque, Ja! Como si fuese posible! - Hermes, esa critatura es tu hija y hayas o no lo hayas planeado ahora esta aquí y es tu responsabilidad, no puedes simplemente dejarla en puerta de algún mortal, esa niña no tiene ni un poco de mortal, puedo notarlo desde lejos. – Por favor Atenea tu bien sabes que le haría un favor a la niña, creciste conmigo deberías de saber que no soy materia de padre. – Creo que te subestimas Hermano… Pruebale a todos y sobre todo pruebate a ti mismo que puedes hacerlo, estoy segura de que si te das la oportunidad serías un gran padre y estoy segura de que esa niña será lo mejor que ha pasado… Pero supongo que sigue siento tu decisión, haz lo que creas correcto, ni toda la sabiduría del mundo podría lograr cambiar tu opinión, eres tan terco - Atenea espero unos segundos por una respuesta, pero al no conseguirla camino lentamente hacía la salida-.

Hermes paso casi toda la noche pensandolo y al final decidio quedarse con la niña y llamarla Argea cuyo significado es enamorada de la vida y de los placeres de esta.

Con el paso del tiempo y desde el inicio Argea tuvo una niñez nada usual primero recordando que su padre era el dios de la guerra por lo que era un Dios prepotente y arrogante, desde pequeña Argea fue vista como el producto del adulterio, cada dios en el Olimpo la veía con ojos prejuiciosos, con ojos diferentes por esto mismo… Argea al crecer y escuchar los murmuros de la gente que sólo decía que crecería para causar tentación y engaño de cierta forma le dieron las raices al arbol para que creciera de acuerdo a ellas y no como debía, así que todas esas miradas y palabras influyeron en la mente de Argea, lo que significa que influyeron en su crecimiento.

En el momento en el que Argea se convirtio en una mujer, los dioses del Olimpo pudieron notar una cualidad increiblemente extraña que ella tenía, ante ojos de cada Dios, o de cada ser ella era hermosa y no por ser hija de Afrodita, sino porque tenía la cualidad de lucir diferente para cada ser, su belleza se adaptaba a lo que el ser consideraba bello para el, porque claro que cada quien percibe la belleza de manera diferente, es subjetiva.

Fue por esto que cada Dios del Olimpo la veían y le veían perfecta, inclusive más que la hermosisima Afrodita.

Ahora bien, juntando el hecho de que Argea sentía que lo que la gente decía de que crecería para tentar, para conseguir el engaño sumandole el hecho de que de cierta forma todo Dios la deseaba. Esto dio como resultado la promiscuidad de Argea, formulo relaciónes intimas con los dioses, entro en la intimidad fisica con ellos, todo iba bien, Argea hacía lo que quisiera, cuando quisiera y sobre todo… con quien quisiera.

Pero un día se encontro con la mala suerte de ser descubierta por su padre con Dioniso que era extremadamente atractivo, ante esto su padre Ares le da una advertencia. – Con que esto es lo que haces en tu tiempo libre? – Hermes lo dijo con una mirada reprobadora simplemente aterradora-. – Lo siento Padre, es la primera vez que pasa… de verdad, no volvera a pasar-Argea lo dijo sin quitar su mirada de sus ojos-. – Vaya… parece que lo único que mejora de ti es tu hábilidad para mentir.

Argea se puso más nerviosa que nunca, su padre se había dado cuenta de que Argea llevaba vieiendo así mucho tiempo.

- Creo que es hora de mandarte con los mortales, aquí un problema así nos costaría más de lo que crees y como sé que esta no es la primera vez que sucede no quiero arriesgarme, tienes suerte de que haya sido yo quien te descrubriera! -Hermes fue subiendo de tono cada vez más-. – Dame otra oportunidad Padre-Argea lo dijo y realmente parecía arrepentida-. – Si me vuelvo a enterar de una de tus impertinencias, no pensare dos veces y te irás directamente a la tierra con los mortales. – Oh! Gracias Padre, no te fallare!-Los brazos de Argea rodeador el cuello de Hermes, dandole un abrazo de agradecimiento-. Argea estaba realmente preocupada su padre le había pedido su castidad de ahora en adelante lo que queria decir que le pidio su renuncia total a los placeres. Argea obviamente tenía la intencion de hacer lo que su padre le había pedido pero después de toda la vida que había llevado sabia que no iba a ser tan fácil dejar atrás los habitos.

Argea lucho contra su deseo sexual durante semanas pero al final se le hizo imposible y fue ella la que cayó en tentación, su padre que debido al acontecimiento con Dioniso la tenía más vigilada que nunca, por lo que volvió a enterarse de su recaida ante el placer.

Ares enfurecido más que nunca perdio toda la Paciencia y no querría que todo eso llegara a oídos de Zeus así que destierra a su hija y la manda al mundo Mortal como castigo por su promiscuidad.

- Te lo advertí, quiero que te vayas para el anochecer, sin que nadie se de cuenta-Tenía una mirada de decepcion que rompio el corazón de Argea en miles de pedazos. - Qué haré allá abajo, yo sóla? Argea - No es mi problema.

Argea sabía que nada de lo que dijera cambiaría la decisión de su Padre realmente no quería irse y dejar el Olimpo. Inmediatamente pensó en ir con su tía Atenea, tenían una relación muy unida pero Argea siempre temía decirle como se sentía. Argea camino, dando los pasos más lentos del mundo, iba camino al Templo para ver a aquella persona que siempre la veía con ojos de amor, a pesar de que haya hecho lo que haya hecho, Atenea siempre estaba alli para ella.

Al llegar al templo la vío, allí sentada en la fuera mirandola.

- Te estaba esperando-dijo Atenea con mirada compasiva.-

- Me ha desterrado-Argea no pudo contenerse y se rompío en lagrimas.-

- Lo sé Cariño, ven aquí, sientate conmigo.

Argea dio los pasos más largos para llegar a ella, a sus brazos, siempre la había considerado como una madre y se arrepentía de no haberle dicho como se sentía, para que pudiera aconsejarle y así quizá esto no habría sucedido.

- Estas lista para decirme cómo te sientes? Y por qué haces todo eso?

- Sabes, nunca en mi vida me han visto como una Diosa, como la hija del gran Hermes, sólo me han visto como la bastarda de Hermes, el producto del pecado. Creo que de cierta forma me lo creí y comencé a estar con estos dioses supongo que preferia que me miraran con deseo, a que me miraran como lo hacían antes. En algún momento me perdí y lo disfrute casi tanto como ellos y mirame, ahora no se a donde me mandara mi Padre y estaré sola, no se que será de mi .

- No habría sido mejor probarle a todos que se equivocan, enseñarles lo inteligente que eres?

- Sí, pero ya es demasiado tarde para eso. Sabes, a pesar de todo… me hubiera gustado tener una familia y ahora no podré tenerla, allá sola. Supongo que tengo que ir a casa y preparar todo para irme al mundo de los mortales.

- Ve cariño y recuerda que yo te amo como si fueras mi hija, cuídate si?

Argea asintió con la cabeza y los ojos llenos de lagrimas de nuevo, la abrazo de nuevo, un largo abrazo de despedida que Argea hubiera preferido no tener que dar nunca.

Esta vez Argea camino rápido, quería llegar a casa y preparar todo para irse. Así que llego a casa y parado en la entrada estaba su Padre que al verla inmediatamente se dio la vuelta. Argea entro en su hábitación y guardo sus vestidos de seda y sandalías en un Baúl, tomo algunos libros y miles de monedas de oro, en fin… metio al Baúl todo aquello que creía necesarío.

Salío de la habitación, era la hora, ya había anochesido, su padre ya la enviaria al mundo de los mortales. Su padre se acerco a ella con une venda, le vendo los ojos con cuidado la tomo del brazo y comenzó a caminar.

- Por qué tengo los ojos vendados Padre?

- Porque no quiero que sepas el camino hacía allá abajo y no puedo aparecerte allá porque Zeus lo notaría, así que tendremos que caminar.

- Dónde me dejaras?

Argea estaba realmente preocupada sobre eso, no sabría exactamente como serían los mortales porque nunca antes había estado con uno.

-Es una ciudad grande, Roma. Creo que estarás bien allí. No me siento con ganas de hablar agradecería que caminaras con tu boca cerrada.

Caminaron hasta que llego el amanecer, sin decir ni una sola palabra. Su padre se detuvo

- No te quites la venda,-le dijo Hermes con un tono de voz estricto.-

Argea asintió, paso un largo momento en silencio y se dio cuenta de que su padre se había ido y le había dejado la venda para que no viera el camino de regreso, sabía que era hora de quitarse la venda y enfrentar un nuevo mundo. Se quito la venda y dejo sus ojos cerrados durante unos segundos, al fin los abrío y vio que estaba en un templo Argea pensó inmediatamente en que aquel templo, no era tan diferente al que tenían en el Olimpo, de hecho era bastante similar. Salío del templo nerviosa.

Al salir Argea se sintio abrumada, en el Olimpo habían varíos dioses y diosas pero eso, eso era una multitud de personas. Inmediatamente la gente volteo a mirarla, pues claro, era hermosa y no se comparaba en nada con las mujeres que allí habitaban. Sí, habían mujeres bellas, pero nunca como ella. Más nerviosa aun por todas las miradas camino hacía un anciano preguntandole que si conocía algun lugar donde pudiese quedarse, o algun palacio que pudiera comprar o algo. El dulce anciano le dijo que sí y la llevo a un pequeño palacio que llevaba mucho tiempo sólo, después de dejarla el anciano inmediatamente se fue, Argea se sintió realmente bien de que el Anciano no la mirara como todos, era ciego y conocía la ciudad como la palma de su mano.

Argea paso todo ese día sentada en una jardinera que estaba en la entrada del palacio pensando y sintiendose sola. Volteo hacía en frente y vio a un hombre con una toga blanca y una barba negra y larga, el hombre se acercaba, finalmente dijo.

- Hace mucho que no veo una mujer tan hermosa-dijo el misterioso hombre.-

- ¿Quién es usted?

- No tienes porque saber quien soy, sólo debes de saber que conozco como funciona el mundo y sé que si una mujer como tu aun no esta casada, es por algo. Tengo una casa en la que hay mujeres como tú que satisfacen a los hombres, mujeres hermosas, aunque claro… ninguna tan hermosa como tu… Sí te sientes muy sóla o aburrida puedes venir y te daré un empleo.

- No necesito dinero-dijo Argea un poco confundida.-

- Lo sé Preciosa pero tu y yo sabemos que quizá necesites placer. Es un prostibulo linda, si lo llegas a considerar solo pregunta a cualquier persona por la casa de Marmol y te llevaran a el.

- Lo tendré en cuenta-dijo Argea.-

El hombre levanto una ceja, dio media vuelta y se fue. Argea no sabía si sentirse aliviada u ofendida, ya no tendría que estar sóla todo el día pero nunca antes le habían ofrecido pagarle por dar placer y eso la ofendia un poco. Argea se fue a la cama pensando en la propuesta de aquel hombre, le parecío que debía aceptarla. Después de un rato se quedó dormida, ahogada en sus pensamientos. Al amanecer saco de su baúl el vestido de seda más fino y hermoso que tenía, estaba lista para ir a aquella Casa de Marmól a aceptar la propuesta de ese hombre.

Estaba a punto de salir cuando vio a su padre que la miraba con aquella mirada que tenía el dia que la descubrió por segunda vez.

- De verdad estas considerando la propuesta de ese hombre?

- ¿Qué haces aquí?-Dijo Argea.-

- No te desterre para que vinieras aquí a hacer lo mismo que en el Olimpo.

- Aquel hombre vino a mi, no yo a el.

- Creo que debería llevarte a otro lugar, no en una ciudad como esta, un lugar donde ni siquiera yo pueda vigilarte más, donde no tengas la oportunidad de hacer las mismas tonterías que siempre.

- Estas hablando enserio?

- Sí, esta vez te aparecere allá con todas tus pertenencias. Además así Zeus y los demas en el Olimpo no podrán cometer el error de verte aquí abajo en sus tiempos de osio. Cierra los ojos y preparate.

Argea estaba molesta, ahora a dónde la llevaría? Cerró los ojos con fuera, nerviosa por ver donde terminaria.



Capitulo II

LAS PUERTAS DEL INFRAMUNDO

Un ojo medio abierto y con el ceño fruncido, así se encontraba ella, con ansias de ver donde la dejo su señor padre, abría los ojos pero el sol era demasiado y poco a poco comenzaba a ver todo el paraíso del destierro a su alrededor, veía mucha selva, pájaros hermosos, de mil colores, plantas y plantas, escuchaba muy poco pero una buena ola fue la que la hizo despertar, al escuchar la playa se paró de un solo salto y acomodando su hermosa y bella cabellera, volteaba a ver todo a su al redor, se sentía rara pero tenía una sensación de estar completamente desterrada y solitaria , se encontraba ella, vagando en esa isla, sin duda, estaba arrepentida. Se sentía tan mal por todo, pero en el fondo de su mente a donde nadie podía molestar, imaginaba cosas, cosas prohibidas, cosas por las cuales fue desterrada. Ella se sentía tan rara, pues disfruta recordar todas esas noches de pasión a lado de cada Dios, a lado de sus brazos, labios pero -¿Por qué soy así?,-no lo entiendo,-si estos recuerdos son….,-basta, basta, esto no está bien,-no está bien recordad todas esas noches de pasión que pase porque, porque no.

Argea todo el tiempo se martirizaba, ya que su único refugio era imaginar esas pasiones aunque al mismo tiempo de imaginarlas se sentía tan mal porque sabía que por esos hechos estaba ahí desterrada de la vida perfecta que llevaba y sentía que su padre no debía de ser ese Dios tan grandioso, por lo menos no por ser ella su hija, la Diosa que enveneno familias en todo el olimpo. Todos los días ella recorría una parte más de la isla ya que era realmente grande, siempre a la orilla del mar, veía esos bellos atardeceres, imaginaba que algún día su padre se arrepentiría de tenerla ahí y era cierto, a él le pasaba todo segundo del día su hija, pensaba en porque, traba de encontrar explicación a lo que ella hizo. En fin Argea se movía continuamente de lugar porque todo espacio le parecía, sucio y desagradable, tuvo que aprender a hacerse de comer sola, cazar amínales salvajes y a hacer labores que obviamente en el olimpo jamás hizo, después y al cabo de unos meses su cuerpo era aún más atractivo, ya era atractivo por el simple hecho de ser una diosa pero el cuerpo que se formaba por estar haciendo esfuerzos sola era realmente escultural, un día como cualquiera mientras ella cantaba bellas canciones, tomaba un baño en las aguas de aquella cascada, le pareció escuchar algo, inmediatamente tomo sus armas y sin pensarlo, atacaría a eso que pronto sus ojos verían, acercándose lentamente muy suave. Tan de repente se paró frente a ella un figura sin lugar a duda el hombre más atractivo que sus ojos algún día vieron, ella por lo normal, lo iba a atacar pero eran esos ojos encantadores que la detuvieron e hacer tanta tontería, al principio pensó que alucinaba pero.

-¿hola?

-hola

-¿eres real?

-Mmm no sé si soy real para ti

-Dios no puede ser que de estar tan sola mi mente te invente

-Oye linda, espera no soy de tu rara mentecita, soy real

-¿pero?

-Bueno, me tengo que ir

-Espera, necesito verte más

-No, lo siento

-Pero, ¿regresaras?

-Claro que lo hare

-¿Cuándo?

-Algún día

En ese momento trato de seguirlo, pero le fue imposible, él era muy rápido y sabia el camino, termino perdiéndole entre la maleza, ella solo daba vueltas junto con su cabeza, porque solo pensaba en él, pensaba en lo guapo que era, realmente Argea se sentía tan rara, pasaban tantos días que llego a la conclusión de que su cabeza la engaño una vez más, pues ella imaginaba todo el tiempo lo que haría si volvía a verlo.

-Dios ¿quién era esa chica?

-Y.. Si, ¿no era real?

-Mmm, tal vez si era, tal vez no, tengo que volver ahí

-Mis padres me asesinarían pero enserio quiero verla, y sé que es una mortal pero…

Blake, todo el tiempo pensaba en esa chica misteriosa, ver su figura desnuda, aquel día, en esa cascada, le pareció que nunca volvería a ver a una chica tan atractiva en todos los sentidos, pensó en que ella era tan hermosa y que le pareció tan raro tener a una persona con una tonada de piel tan delicada y mortal que le daba tentación tener. Decidió volver a verla y así fue. Ella estaba bastante alejada de donde previamente la había visto, pues estaba vuelta loca por encontrarlo, así fue esto, otro delicado y al mismo tiempo alocado encuentro, ella lo vio de repente y salto de la emoción, pensó en lo afortunada que era, y que su padre era un tonto porque sabía que por su tono de piel él era de otra parte, tal vez del inframundo y si era de ahí, tal vez la podía sacar de esa solitaria y desesperante isla, el en cambio pensó en que no era oportuno ese encuentro, lo pensó tantas veces y era tanta la tentación que fue y se toparon ya sin fuerzas.

-Hola

-Hola

-Jajaja, puede ser que te vuelva a ver

-Ni yo lo creo

-Mis padres me matarían por bajar hasta aquí

-Mmm, mi padre, bueno es innecesario hablar de el

-¿Cómo es qué estás aquí?

-Baje desde el inframundo

-Y.. ¿Qué paso?

-Pues volví

-Pensé que jamás te volvería a ver

-Lo mismo pensé yo

-Oye, ¡Espera!, ¿Acabas de decir que hay una puerta del inframundo a los mortales?

-Sí, de ahí vengo

-Pero no entiendo

-Tu solo sígueme

-Okey

Así era, la puerta, “La puerta al inframundo”, la misteriosa leyenda, era cierta, existían ese paso de lo mortal al inframundo. Desde hace miles de años que está abierta pero los Dioses no se han dado cuenta porque fue abierta por un Dios que creía en que para los desterrados al mundo de los mortales todavía podía haber una oportunidad de subir a otro nivel y estar en el inframundo, es decir, fue en secreto todo este enredo. En concreto este Dios profeso que un millón de años se mantendrían abiertas estas secretas puertas y otro millón de años cerradas. La oportunidad divina de Argea estaba en pie, decidió seguirlo, al principio esto estaba confuso y raro, pues no sabía por dónde estaban, pero ella sin realmente querer, confió en él y fue hasta que llegaron a un tipo de cueva que él dijo:

-Por fin llegamos

-Es… ¿Aquí?

-Sí, falta bastante para que llegamos a las puertas, pero es por aquí

-Mmm me lo imaginaba tan diferente

-Lo sé, pero por dentro cambia un poco la expectativa

-Lo que sea, es perfecto

Todo era confuso, apenas y lo conocía pero confiaba en el, y lo veía y lo volvía a ver todo el camino, le parecía tan guapo, musculoso, perfecto y tan masculino, era delicado al momento de hablar con ella y tratar todo tipo de tema, era tentación pura.



Capítulo III

Descenso y Desencanto



Argea nunca imaginó que se encontraría alguna vez en aquel lugar. –Del olimpo al inframundo- pensó. Siguió a Blake por algo que parecía un túnel sin final caminaron por bastante tiempo hasta que Blake mirando hacia arriba le dijo: -Aquí es-. Argea miró aquel sello, y sabía perfectamente que era el sello oficial del inframundo y que estaba plasmado en una puerta de metal. A Blake no le costó trabajo mover la puerta hacia a un lado y saltó hacia arriba, era tan fuerte y alto, que parecía haber hecho el mínimo esfuerzo. Estiró la mano hacia abajo, Argea la tomó y la subió con una sola mano, pero al poner un pie en el suelo, le ganó el peso y cayó encima de Blake. Lo tenía tan cerca, cerca de sus labios, sus brazos sobre su pecho, no lo resistió y lo besó. Blake no se opuso, tenía una de sus manos en la cintura y otra en su nuca. Mientras la besaba la duda rondaba por su cabeza, -¿Será?, ¿Será ella de quién por fin me enamore?, ¿Será solo una más?, ¿Será igual que las otras?- Quería descartar la idea inmediatamente, quería que fuera ella, han sido muchos fracasos en su corazón como para perder el tiempo con otro.
En ese momento alejó a Argea de sus labios y se puso de pie. Tendió nuevamente la mano para levantarla del suelo, Argea algo confundida la aceptó y entonces se dio cuenta que estaba en una oficina, con tapiz rojo, cortinas negras & suelo de madera. Al estar de pie vio que Blake acomodaba la puerta de metal por la que entraron y le dijo: -Sígueme- , salieron de la oficina y recorrieron un pasillo con puertas cerradas, al final del pasillo salieron a un recibidor y subieron las escaleras, se fueron hacia la izquierda y llegaron a unas puertas dobles color negro y entraron. Era una habitación; -¿Es tuya?- le preguntó, - Sí- contestó él, -tienes que quedarte aquí al menos 8 horas para que tomes el color de los de por aquí o si no se darán cuenta que no perteneces al inframundo y te echarán-, se dirigió al closet y tomó una capa negra de manga, capucha y que llegabas hasta el suelo: -toma, ponte esto, tal vez mis prendas ayuden a que tomes color más rápido, ahora vuelvo-, salió de la habitación. Cuando Argea estaba cambiada se asomó y Blake no estaba, decidió obedecer y quedarse en su habitación. 3 horas después Blake regresó, al entrar en la habitación Argea corrió sus brazos y quiso besarlo, pero él la alejó con delicadeza, ella desconcertada y molesta le dijo: - ¿Qué pasa?-, -Verás hay algo importante que no te he dicho-, al escuchar esto Argea se sentó al borde de la cama, -Bueno y ¿Qué es?-, -Hace tiempo, estuve enamorado de una mujer, ella lo era todo para mí e incluso vivió conmigo, casi se convertía en mi esposa, pero me di cuenta que ella en realidad no era lo que yo quería para la eternidad de mi vida y decidimos separarnos, pero digamos que ella no se fue del todo-, Argea frunció el ceño y él continuo, -ella acababa de dar a luz nuestro hijo cuando decidimos separarnos, le dije que quería quedármelo y que ella fuera totalmente libre, creí que lo negaría y pelearía por él, más sin embargo parece que ese era su plan desde un inicio y se marchó sin siquiera despedirse de mí o de él. Se llama Argus, decidí llamarlo así y es lo que más amo en este universo, Argea, espero que el hecho de que yo tenga un hijo no te haga cambiar de parecer y querer regresar a la isla, pero si así es no me opondré y te dejaré ir en el momento que desees-, -Blake, tanto tú como yo tenemos una historia antes de éste día y sé lo que es estar enamorado y que las cosas no funcionen como esperabas, pero Argus, creo que es una señal de que a pesar de las veces que fracases en el amor tendrás a alguien que te amará incondicionalmente. Yo no tengo ningún problema si tienes un hijo, ni siquiera el que lo hayas mencionado me incomodó, ¿él sabe que estoy aquí?-, -No, claro que no, y la verdad es que quiero que pasen algunos días antes de que sepa que estás aquí o tendremos problemas graves tanto aquí como en el olimpo, he pensado en todo lo que debemos tener cuidado e inventar una historia de tu aparición en este lugar, tu cara no será un problema porque solo los conocemos por viejos escritos o noticias habladas y tu nombre tampoco será problema porque incluso ni yo sabía de tu existencia hasta que llegué a la isla-. -Bien, creo que lo más factible es decir que yo era humana-, -Excelente, diremos que estabas casi muerta cuando te encontré y sentí una atracción que no pude negar y no me quedó más remedio que darte una oportunidad como inframunda-, -¿De verdad?-, -¿De verdad qué?-, -¿Sentiste una atracción cuando me encontraste? -, -Si no fuera cierto ¿Crees que estaría aquí?- Le contestó Blake con una sonrisa y mirándola a los ojos. –Creo que es una historia muy buena-, le contestó Argea devolviendo la mirada, -Bien te quedarás en mi habitación no suelen venir mis padres a molestarme por lo que creo que estarás cómoda, yo me quedaré en una de las miles habitaciones de la mansión-, -y Argus ¿Suele venir a tu habitación?-, -Amm no, él realiza muchas actividades durante el día y termina cansado para la noche, tal vez esté a punto de irse a dormir-, -y ¿Tú estás cansado?-, preguntó Argea de manera provocativa, -Bueno, siento que necesito descansar, eso de traerte a casa sin que nadie se dé cuenta es un poco agotador-, contestó Blake acercándose a Argea, -¿Por qué no te quedas en ésta habitación conmigo?-, Argea puso su mano en el cuello de Blake y dibujada círculos en él. Blake sentía como se le iba poniendo la piel chinita y le puso la mano en la cintura, sabía que si seguían con aquel jueguito esa noche no dormiría en otra habitación, se supone que iba a dar más tiempo para saber si era la indicada antes de que sucedieran éste tipo de cosas con más frecuencia pero Argea era tan bella y sensual incluso con esa capa negra, era como si nada en el universo pudiera ocultar su figura corporal y además sus labios, sus ojos, era hermosa sin duda alguna. –Creo que me puedo quedar esta noche-, al terminar la frase la besó apasionadamente y sus manos recorrían sus muslos, Argea le quitó a Blake la camisa, su torso estaba perfectamente marcado y sus brazos eran tan fuertes, que a Argea la hacía sentir escalofríos que la abrazara con fuerza con él. Blake en segundos le quitó la capa y la acostó sobre la cama, Argea le besaba el cuello y sentía como Blake se tensaba con el roce de sus labios, Blake besaba sus hombros y ella sentía aquel placer del que la habían “despojado”, río al imaginar si su padre se enterara que su plan de desterrarla había sido todo un fracaso y que no solo no estaba cumpliendo su condena, sino que prácticamente él la aventó a los brazos del inframundo, a los brazos de Blake todo esto hacia que fuera aún más excitante, -Gracias-, murmuró de forma casi inaudible, Blake sin conocer la razón de ese “gracias”, pensó que estaba agradecida con brindarle un hogar y un romance prometedor, -Gracias a ti preciosa- le murmuró al oído…
Después de un par de días Argea conoció a la familia de Blake incluyendo a Argus. El niño se mostró muy emocionado al conocer a la novia de su padre.
Con el paso de pocas semanas Argea se encariño del niño y se enamoró profundamente de Blake, se acostumbró a la vida del inframundo, se sentía feliz, había dejado su mala reputación del olimpo para ser infinitamente feliz en el inframundo, nunca había imaginado que su vida daría ese giro tan inesperado, pero estaba totalmente consciente que sin su mal comportamiento en su antiguo hogar jamás habría llegado a donde consideraría su verdadero hogar, estaba completa con una familia en la que se sentía amada y donde ella también podía brindar ese amor. Sin embargo mientras Argea era totalmente feliz, los primeros brotes de duda comenzaron a florecer en Blake.
Al cabo de un mes Argus le mostró a Argea su más valiosa posesión; -¿Una serpiente?-, preguntó ella confundida, esperando que fuera una broma, -Sí, me la regaló mi papá-, -vaya regalo-, -créeme que no es lo que imaginas, la he domado, no es peligrosa-, murmurando Argus agregó –es un don especial que tengo pero nadie lo sabe, promete que guardarás el secreto-, Argea entre risas lo prometió, -ahora jura con tu vida el siguiente secreto, es ultra secreto, no lo sabe nadie ni lo sabrán nunca, solo tú y yo, ¿lo juras?-, -Yo, Argea juro con mi vida que no revelaré el secreto ultra secreto de Argus-, contestó Argea con una sonrisa, sin embargo Argus estaba serio así que fingió ponerse sería con tal de saber aquel secreto. Al ver que se ponía sería le dijo a la serpiente –Hazlo, ya lo juró con su vida-, al ver lo que sucedió después Argea se quedó perpleja, la serpiente hablaba. –Sólo puede hablar cuando tiene mi autorización sin ella es una simple serpiente, y eres la primera persona que lo sabe además de mí, por lo tanto también puede hablar contigo, pero ya juraste que nadie más lo sabrá-, -tranquilo mantendré tu secreto a salvo-, Argea le guiño el ojo al niño. Regresó la serpiente a su lugar y salieron de su habitación hacia la sala. –y ¿Por qué una serpiente? ¿Que no los niños piden juguetes?, -Para mi 5to cumpleaños le pedí a mi padre una mascota pero no quería ni un perro ni un gato, quería algo genial, algo diferente y me trajo una serpiente-, -Tienes un gran padre y lo sabes ¿Cierto?-, -Sí, lo sé-.
Al día siguiente Argea buscó a Blake en el gimnasio y lo miró hacer su rutina sin interrumpirlo, era una rutina pesada, se exigía al máximo, daba todo en aquella rutina era como si peleara contra él mismo y parecía que sacaba toda su furia, entonces Argea se preguntó ¿Qué causaba aquella furia?, reflexionó y se dio cuenta que nunca había se había preguntado qué tipo de ejercicios hacía Blake para mantener ese cuerpo tan escultural. Después de incontables abdominales y lagartijas; Blake se detuvo, estaba en cuclillas, con los brazos apoyados en las rodillas y la cabeza baja. Argea se acercó hasta él y se agachó quiso tomarlo por las manos, pero él al no saber que lo observaban y al no esperarla tan cerca con un movimiento a causa de sus reflejos la empujó por los hombros y Argea cayó al suelo. Lo miraba impresionada y él también se quedó confundido al verla en el suelo, -Lo siento amor, no te vi, y yo creí que tu…-, -Estoy bien-, Blake la ayudó a levantar y volvió a disculparse. Salieron de gimnasio en silencio y una vez afuera Argea le comentó, -Tu rutina es algo pesada ¿No lo crees?-, -Cubre mis necesidades-, -¿Necesidades?-, -Sí Argea necesidades-, -No te enojes yo solo…-, -Solo no te entrometas ¿Sí?, no vuelvas al entrar al gimnasio cuando esté yo ¿de acuerdo?-, y se alejó de ella antes de que pudiera formularle alguna pregunta.
Después de eso poco a poco Blake comenzó a mostrarse distante con Argea. Argus sabía que las cosas no andaban bien y quería hablar al respecto con su padre, saber por qué se comportaba así y evitar que Argea huyera como su madre y quedarse sin amor maternal una vez más, no podía siquiera imaginarse su vida sin Argea, había llegado y brindado el amor que él quería desde hace años y su padre no la podría alejar de él. Pero cada vez que él sacaba el tema Blake intentaba callarlo y si persistía lo dejaba sólo sin darle explicación alguna y hecho una furia.
Argea no podía soportar más tiempo sin Blake, de ser aquel hombre que era dulce, amoroso, cariñoso y que le tenía todas las atenciones a ella se había convertido en una estatua de hielo que muy apenas y se limitaba a mirarla. Pasaron semanas sin que Blake cruzara palabra alguna con ella y ella que no quería hacerlo enojar no decía nada. Cuando Argus le preguntaba qué pasaba ella le decía que sólo era una mala racha de su padre y que pronto sería el mismo de antes. Antes, antes ¿De qué?, ¿Qué fue exactamente lo que enfureció a Blake?, si con palabras no lograba hacerlo hablar usaría su antigua arma para conseguir lo que quería la sensualidad.
Blake entró a su oficina y al verla se volvió y cerró la puerta con seguro, se acercó con mirada provocadora a Argea que ya hacía sobre su escritorio con un vestido negro que mostraba su pierna y un escote imposible de pasar por alto, se acercó hasta a ella y la besó tomándole la pierna descubierta ella comenzó a desabrochar su pantalón y camisa con mucha prisa y él subía su mano por la parte de la espalda hasta encontrar el cierre y bajarlo, sobaba su espalda y subía sus manos para quitar el vestido de los hombros, Argea quitó su camisa y él bajaba su vestido la tomó por la cintura y la abrazaba hacia él con fuerza. Aquello le sabia a Argea a gloria hacía mucho tiempo que Blake no se mostraba tan apasionado con ella, y creyó que lo conseguiría que lo sacaría de su enojo y lo haría volver a ser el mismo encantador Blake del que ella se enamoró. Después de un momento grato de placeres Blake se vistió, mientras lo hacia Argea intentaba comenzar una conversación pero todos sus intentos fueros fallidos, era como si un estuviera ahí o como si estuviera sordo, al estar vestido Blake se marchó. Argea se sintió como nunca en su vida utilizada, humillada, Blake había aprovechado el momento pero después la ignoró. No, ese no era el papel que ella tenía en la vida de Blake, acaso… ¿Otra mujer disfrutaba del otro Blake, el Blake que ella amaba? ¿La engañaba?, no estaban casados pero casi era como si lo hubieran estado sólo faltaba un papel firmado para que así fuera.
No se dio por vencida su técnica era infalible había funcionado en el olimpo por qué no habría de hacerlo en el inframundo, durante varios meses intentó a vivar la llama y hacerlo hablar después de entregarle su cuerpo de la mejor manera que ella podía, pero no funcionaba Blake no hablaba, estaba harta ahora ella también estaba furiosa, muy furiosa, así que después de terminar humillada nuevamente en la cama de Blake se levantó y ella lo alcanzó en el pasillo, no había ni huella de su paciencia, se puso delante de él impidiendo su paso y le gritó: -¿Quién demonios te crees para tratarme así?, Estoy harta de siempre terminar estúpidamente humillada para que te abras hacia mí y me digas qué tienes o por qué te comportas conmigo como un idiota, o ¿Acaso tienes a otra?, sólo dime ¿Qué sucede contigo?-, Blake la miró y se limitó a decir: -En mi oficina a las 6-, después la evadió y se fue. Argea se calmó tal vez todo mundo la escucho y ahora debía calmarse, a las 6, de menos era algo.
Al llegar las 6 ella entraba la oficina de Blake y él le hizo la seña de que se sentara y entonces comenzó a decir: -Quiero que me escuches sin interrumpir y prestes atención a todo. Sé que debieron estos meses ser muy desesperantes y estresantes para ti, sé que de un momento a otro me alejé sin decirte por qué, verás te mentí desde el inicio te dije que la madre de Argus era casi como mi esposa y le pedí quedarme con él y ella accedió sin decir nada… la verdad es que jamás me he enamorado ni siquiera de ti, he traído a muchas mujeres con la esperanza de enamorarme de alguna, y al inicio me atraen, pero conforme pasa el tiempo ni siquiera el sexo con ellas es satisfactorio, se quedan por un tiempo y luego se van, la madre de Argus fue una de ellas, yo no supe que había quedado embarazada hasta que un vez una mujer que no conocía lo trajo con una nota, decía que ella no podía hacerse cargo, que era mío e incluso venía con una prueba de ADN y que sabía que yo le podía dar mejor vida que ella y no la volví a ver ni siquiera la quise buscar, si en algún momento ella quería ver al niño sabía dónde estaba así que era tonto que la buscara. Me di cuenta que con mayor razón debía encontrar a alguien, por mi hijo y lamento decirte esto pero no te quiero más cerca de mí, quiero que te vayas de mi casa y no vuelvas, no me interesas más, todos estos meses busqué la forma de buscar una solución o tratar de hacer algo para enamorarme de ti pero fue en vano por eso me molestaba, por eso iba al gym para sacar mi coraje de solo toparme con fracasos, incluso cuando te entregabas a mi intentaba ver algo en ti o buscaba sentir algo diferente contigo, pero la verdad es que no causas efecto alguno más que el orgullo que me he acostado con una mujer que proviene del olimpo y la verdad ya ni eso me hace sentir satisfecho, así que empaca de inmediato para regresarte a la isla y ahí tú decides a dónde irte-, Argea estaba humillada, triste, molesta, decepcionada, tantas cosas a la vez, le brotaban lágrima tras lágrima y le pasaban tantas cosas por la cabeza y sólo se limitó a decir: -Si de verdad te importara tu hijo dejarías de traer a tantas mujeres a tu casa, tu hijo no necesita una madre necesita que tomes tu maldito papel de padre enserio y le dediques tiempo en lugar de estar acostándote con todas las mujeres con las que te topas. Créeme Blake esto no quedará así, te arrepentirás de haber jugado conmigo, lo juro- golpeó con una mano el escritorio y salió de la oficina hacia su habitación, hizo sus maletas tan rápido como pudo tenía que salir de ahí era como si no pudiera respirar, sus lágrimas nublaban toda su vista y su llanto era cada vez más imposible de contener. Sabía dónde estaba la salida y no quería que Blake fuera con ella quería irse sola, pero al salir de la habitación vio la serpiente de Argus cerca de su puerta, por un momento se quedó confundida mirándola. Argea la tomó, al fin y al cabo era la 2da persona en el mundo que podía hacerla hablar y se dio cuenta que le sería de mucho uso para su venganza. Venganza que Blake lamentaría haber causado y que desearía jamás haber vivido ése día.








Capítulo IV

JUGANDO A LA TIRANÍA



Decidió encaminarse a la Tierra enojada y desilusionada, aún no sabía que encontraría pero segura estaba de que aquel mundo que era de suma importancia tanto para su padre Hermes como para Blake le llevaría a tramar un plan perfecto para su venganza.

Al llegar caminaba por aquellas calles empedradas, llenas de niños jugueteando, madres realizando compras y hombres trabajando en sus diferentes oficios casas pequeñas hechas de piedra y con poco color, árboles grandes, el clima un poco caluroso y todas aquellas actividades que eran tan poco conocidas para ella, veía a los humanos y su extraña y peculiar forma de relacionarse, eran tan poco comunes en el Olimpo, pero buscaba algo más, algo de lo cual tomar partido y poder llevar a cabo su venganza. Argea moría de rabia, deseaba tanto ver acabados a aquellos dos hombres que la habían defraudado y que la habían hecho a un lado aquellos que la habían humillado, deseaba con tanto anhelo poder verlos destruidos implorándole a sus pies rogándole piedad.

Iba sumida en sus pensamientos, en su sed de venganza no podía dejar de pensar en aquella escena en que aquellos dos hombres a sus pies le rogaban porque les tuviera compasión, cuando de repente algo capto su atención, Argea no iba vestida como cualquier jovencilla de la ciudad, con vestidos largos y poco descubiertos, ella lucía un vestido de seda hasta las rodillas que dejaba ver sus hermosas y delineadas pantorrillas, su vestido sólo llevaba un tirante y hacía lucir su clavícula prominente, destacaba su cintura y sus rizos bien definidos la hacían sobresalir de toda aquella multitud de humanos.

Los hombres la miraban, sus ojos destellaban y Argea podía sentir cómo sus deseos brotaban desde sus adentros, sentía aquellos ojos recorriendo cada zona de su hermoso cuerpo, deteniéndose en sus pechos y bajando lentamente hasta llegar a sus caderas, Argea se sentía alagada, le gustaba tener la atención y sentir que dominaba a aquellos hombres con tan solo caminar frente a ellos, sí, Argea había encontrado la forma para vengarse y lo haría de la forma en que más le gustaba a ella, provocando el deseo, haciendo brotar en aquellos hombres la pasión.

Todos los días salía en busca de algún hombre se acercaba, comenzaba a hablarle y terminaba provocando su interés su deseo, los llevaba a algún cuarto y terminaban en la cama envueltos en pasión y locura. Argea siempre cuidaba que sus presas no llegaran a sospechar de ella por lo cual siempre cambiaba de aspecto se adecuaba a sus gustos y cumplía sus sueños más retorcidos y anhelados. Muchos de estos se asustaban al ver a aquella serpiente, pero Argea siempre les hacía tranquilizar.

Al irse los hombres Argea permitía a la serpiente hablar, trataba de convencerla de que ella tenía la razón y de que sus deseos de venganza eran justificados, finalmente un día la serpiente concilió en la idea de Argea, esto solamente de palabra, pues Eva no podía permitir que aquellos deseos tan malignos llegaran a lastimar a Argus, él era todo para ella, era su amigo su amo, siempre había cuidado de ella y sólo esperaba poder regresarle un poco de todo lo que le había brindado aquel niño.

Y así fue, Argea se acercaba cada día a un nuevo hombre, no importaba la edad, ni la estatura, ni la clase social del que formara parte, ella se adecuaba a cada uno. Sólo importaba el sentirse deseada, el sentir aquellas caricias y saber que todo ello la llevaría a causar un gran conflicto entre los tres mundos. Ella sentía el apoyo de Eva, se sentía segura y confiada, pues era con la única que podía platicar y desahogar todos aquellos enredos que en ella vivían, la estimaba ya era una amiga, sin saber que en el fondo Eva sólo esperaba el momento para huir y poder informar a todos de los problemas que Argea realizaba en la tierra, de sus planes de provocar a Hermes y a Blake, ella sabía todo, había seguido sus pasos, desde aquel momento en que Argea puso un pie en el inframundo al lado de Blak. Los observaba en su recamara y la seguía cuando estaba sola, muchas veces escuchaba sus pláticas internas. Por un tiempo Eva creyó en Argea, pensó que sería una buena madre para Argus pero después de aquella discusión con Blake estaba segura de que nada bueno saldría de ella, por eso decidió seguirla hasta la Tierra, no podría permitir que su niño Argus saliera mal herido bajo ninguna circunstancia, y ahora solo deseaba que se encontrara bien sin ella y que lograra entender algún día cuando le confesara toda su historia.

Los hombres abandonaban sus casas, sus esposas e hijos para iniciar una fantasía al lado de Argea, pero esta no los deseaba para hacer una vida al lado de ellos, ella solo buscaba divertirse, gozar el momento y lograr su venganza, pero sabía que no bastaba con hacerlos deshonestos o provocarlos a aquel pecado mortal, tenían que morir para que aquellas noticias lograran llegar a oídos de Hermes y Blake.

Cada noche acostada en su cama pensaba en su plan y en la mejor manera de terminarlo, platicaba con Eva y esta le daba consejos, la hacía sentir su apoyo y su fidelidad.

Un día al ir caminando cerca del templo construido en nombre de su padre, Argea se encontró con un hombre llamado Matías, era gordo, chaparro y millonario, era muy codiciado por su enorme fortuna y la diosa encontró en él motivo perfecto para hacer enfurecer a su padre, se acercó a aquel hombre y fingió caerse, llamando su atención.

-Permítame ayudarle señorita- Se ofreció Matías.

-Gracias buen hombre-

-De nada, debería usted tener más cuidado- Ayudándola a levantarse Matías no pudo dejar de mirar la hermosa silueta que Argea mostraba.

Y al ver que un raspón se mostraba lleno de sangre en la rodilla de aquella joven, se ofreció a llevarla hasta su casa.

-Señorita pero si se ha lastimado su rodilla, permítame acompañarla a su casa.

-Señor que amable, se lo agradecería de gran forma-

-No me hable de usted, soy Matías.

Caminaron hasta su casa y al entrar Argea se sentó y pidió a Matías ayuda para curar su rodilla lastimada. Al sentir el contacto de su mano con aquella hermosa pierna de la joven que había encontrado cerca del templo no pudo evitar sentir deseos de acariciarla y besarla, al darse cuenta de ello Argea mostró interés y llevándolo a la recamara, permanecieron hasta la noche envueltos entre las sábanas.

Eva sabía que aquel hombre era su salida de aquel infierno, podría escabullirse entre sus pertenencias, nunca antes algún hombre se había quedado a dormir en casa de Argea, Eva realizaría lo posible por irse mientras Argea durmiera así ésta creería que Matías había robado a Eva. Durante toda la noche no pudo dormir y al ver que se aproximaban las 8 de la mañana Eva decidió escapar, era lo hora justa para salir. Ya de camino Eva analizaba qué camino tomar viendo sus opciones y los beneficios que podrían traerle a su Argus decidió ir enseguida al Olimpo.

Así Argea llevó a cabo sus planes de venganza, tomaba a los hombres que eran débiles ante la carne, aun siendo de alma buena y apegados a la adoración de su padre Hermes, cuando una bella joven se acercaba y mostraba interés hacia ellos, sus piernas flaqueaban y no podían pensar en otra cosa más que en estar con aquella bella doncella que los invitaba a pasar un buen rato.

Intrigada y asustada Argea buscó con creses a Eva la buscó con Matías le rogó y le ofreció otra noche si es que le regresaba a su serpiente pero este no sabía de su paradero y a Argea no lo quedó más que esperarla pero ésta no volvió, más sin embargo con el tiempo Argea dejó atrás aquel dolor que le causaba no tener una amiga o por lo menos a alguien que la escuchara, decidió enfocarse en su plan y realizarlo sin problemas.

Argea gozaba de aquellos momentos de placer, pero lo que más disfrutaba era ver como aquellas dulces almas, muchas de ellas con familia y enamoradas dejaban todo por lo que habían luchado durante su vida para ir con ella, a buscar su pace a la perdición, sin saber que todos aquellos esfuerzos que les habían reservado un lugar al lado de los dioses en el Olimpo, los llevarían a pagar con creses sus enormes pecados en el Inframundo, sufriendo, sudando y llorando lágrimas de sangre.

Su futuro estaba escrito, Argea había logrado despertar la curiosidad de los otros dos mundos. Los dioses del Olimpo no sabían que ocurría no sabían que clase de ser maligno se había escabullido en los hombres y más aún en las mujeres de la Tierra que se dedicaban a llevarlos a la perdición y al pecado mortal, a destruir familias y después irse, dejando a aquellos hombres confundidos y con deseos de morir.

Mientras que en el inframundo miles de hombres llegaban llenos de desilusión, su final se escribía por la pérdida de sus familias, de sus seres queridos, a causa de una mujer que en pocos días se había encargado de enamorarlos y hacerles vivir momentos que después lamentarían, y su dolor no terminaría, sus pecados los habían llevado a una cárcel de la cual, jamás saldrían



CAPITULO V 

LA MENSAJERA SAGRADA



Todo ocurría en cuestión de minutos, y las balanzas de la vida perdían su control, gracias a las ambiciones de Argea que cada vez se volvían más exigentes y buscaban un propósito de dolor para cada alma real entre los tres mundos, era malvada y apostaba tiranía a aquellos hombres que derrocharon su amor.

Eva, la leal y dulce serpiente la seguía a cada instante como fiel compañera ante su villanía irreparable, pues las filas de entrada que hacia el ardiente tártaro, cada vez era más interminables y las tierras infinitas del abismo se volvían a su vez más pequeñas por la entrada de los pecadores infieles a su promesa. Mientras que en los campos sagrados del olimpo se juzgaba con tenacidad los actos de la humana que ante sus ojos no era más que una desconocida por su continua transformación física que causaba daños irreparables a las almas que algún día fueron blancas. La discusión era más fornida y se realizaba gran batalla en la comarca que alguna vez tubo paz.

Hermes, angustiado sospechaba de la causante de inestabilidad que en aquellos momentos se vivía entre los tres mundos, inframundo, mundo mortal y olimpo, y a cada indagación que se hacía en sus tierras, trataba de darle vuelta para no ser la vergüenza entre sus hermanos, por tener una hija promiscua, pecadora, tentadora y en si la causante de cada desastre mortal.

No habían más límites para la maldad de Argea y sin pensarlo en uno de sus tantos tactos amorosos hiso cobrar la vida a una pequeña niña tierna he inocente, arrebatándola de sus pasos y llevándola al fuego ardiente que junto con su padre Arsen desencadeno en su morada, tenía la mima edad que Argus, actitud similar y tan encantadora de cualquier paz, pues su gran candor y simpleza de espíritu cautivo cada corazón que toco, incluyendo el de Eva, la fiel acompañante que pronto se convertiría en maquiavélica contra la voluntad de Argea, pues su último acto de venganza, llevo consigo el alma de un ser que era como su primer amigo, Argus, el brillante, que acompaño sus momentos de vida a cada instante.

Eva provocada por cada tropiezo que daba Argea, lista se encamino al desvelamiento del mal que sin justicia se daba en el mundo mortal, decidida a dar el todo por el alma inocente que se había perdido y que le recordaba tanto a su pequeño amado Argus. La gran y valiente serpiente se encamino hacia la tierra prometida, el olimpo, aprovechando el don que antes ya se le había otorgado, el de pasar entre cada mundo sin mayor dificultad, y así fue como logro llegar, sin más esfuerzos hasta los pies y el mandato del gran Hermes, fue cundo entonces descubrió cada misterio oculto por las apariencias de Argea.

-Mi gran señor, sé que no soy nadie para venir a implorar justicia, pero se me ha arrebatado el alma de un ser puramente inocente, por los reproches de su amada hija, Argea.

-¿Qué intentas decirme mi querida Eva?

-Su hija es causante de todo el descontrol entre sus tres mundos y de la muerte de la pequeña Aldora, mi señor exijo un alto ante la imprudencia de su hija adorada.

Eva había hecho su trabajo, Argea ya no era una suposición, pues la verdad ya estaba ante las manos del Dios todo poderoso. Sus decisiones eran claras y sencillas, le pedía a Eva ser la intermediaria entre todos los sucesos que se desarrollaban día con día, sería la mensajera sagrada para su señor, y así preparar el plan perfecto para calmar las ansias de sed corporal y venganza que aprisionaba Argea.

Obediente, Eva siguió el mandato y arrastrándose entre cada mundo, logro averiguar y comunicar cada echo realizado por Argea al gran Hermes. Su trabajo era cansado y peligroso, pues sabía que se arriesgaba a muerte por jugar cartas sucias con Argea, se encontraba al filo de caer y no quería arriesgar, así que decidió pedir el gran deseo al que lo podía todo.

Se encamino a los cielos y justo enfrente de Hermes pidió la transformación a una forma humana, para que así pudiera completar su tarea, podría seguir como serpiente al costado de Argea pero al momento de continuar, surgiría la transformación adecuada. Lo planteo de la manera más sutil y Hermes no lo dudo, era un plan perfecto que les convenía a los dos, pero aumentando un pequeño pero tan gran detalle, Hermes acepto con la condición de que cuando Eva se encontrara en el Olimpo seria el físico idéntico de su hija Argea, pues en el recinto ya se sospechaba sobre el mal en la Diosa seductora de los Dioses y Hermes no quería tener más problemas de los que ya había en la tierra, era la única condición y en cambio Eva podría tomar la forma que quisiera fuera del Olimpo.

Eva sin detención accedió a las reglas establecidas y en unos segundos se convirtió en la mujer curvilínea, de cabellos largo y ojos grandes tal como lo era Argea. Pero el cambio no estaba completado, Hermes por su valentía decidió cambiar de nombre a la valiente serpiente, denominándola Basha la mensajera sagrada.

Su primera tarea fue hacer ceremonia en un episodio donde todos los Dioses se encontraban discutiendo por la presencia de Argea, y a su primer paso, todos callaron y besaron el suelo al caer en la trampa hecha por el gran Hermes y la mensajera sagrada Basha, en los cielos ya no había más duda, en sus mentes ya no pasaba la idea de que Argea fuera la seductora, promiscua y asesina que había en el mundo de los mortales.

Pero el capítulo no terminaba aquí, algo aún más fuerte que la muerte y el engaño se avecinaban, no era solo por Argea y su tiranía, ni por la interrogación de los Dioses, sobre quien causaba la maldad, tampoco la muerte de Aldora o la trampa de Hermes y Basha, ERA LA NUEVA REVOLUCION.







CONTINUARA…
Reseña de “El Héroe”

El espacio donde ocurre la historia es el metro de la ciudad de México, atestado de gente, gente con una rutina monótona, y sensibles a cualquier provocación, también hay niños pequeños, niños que aun no saben de tensiones laborales y desilusiones económicas, simples inocentes. Los pasillos y escaleras grises, deprimentes; las voces, los pasos, el metro aproximándose, todo hace eco.
La historia sigue un orden cronológico y sin la necesidad de un narrado. La trama comienza en un mar de gente, sigue los pasos de un hombre quien como el resto tiene que abrirse paso entre la multitud para llegara su destino. Al momento de que la escena se enfoca en la muchacha, su expresión facial lo decía todo, tenía la intención de suicidarse. Eso me causo decepción pues en lo personal me desagradan las personas que abandonan sus batallas. El hombre la detiene y ella al ver su intento frustrado grita y finge que el hombre le quiere hacer daño, eso me conmocionó aun más pues difamo a alguien que se preocupo por ella.
El cortometraje trasmite una visión fatalista de México; plantea que en nuestro país los pocos que aun conservan un poco de esperanza se ven opacados por los miles que ya se han resignado a la desgracia.
La joven que se suicida representanta la resignación a la “irremediable” decadencia y al mismo tiempo la cobardía a enfrentar dichos conflictos y optar por una salida relativamente fácil.
Me gusto el cortometraje pues refleja la forma de pensar de miles de personas, y no es fantasioso, en el mundo real muchos se rinden al no ver llegar la prosperidad.
Me encanto la forma en la que “El héroe” trasmite emociones y la vida cotidiana a través de imágenes y música, sin la necesidad del lenguaje oral
Estamos acostumbrados a los finales felices y esto es un literal reflejo de la vida cotidiana.

Me recordó mucho al famoso refrán “Hacerle bien al ingrato es lo mismo que ofenderlo”.

-Andrea Sofía Rojas Terán.
"Las Cuatro Voces, guión Radiofonico" 

LOCUTOR
TEXTO

Lizbeth Medina







Sofía Rojas



























Salma Pichardo














































Lizbeth Medina
































Karen Pedroza













































Lizbeth Medina










INTRODUCIÓN
-Hola, muy buenas tardes tengan todos ustedes y bienvenidos a nuestro programa “Las 4 voces”  En el programa de hoy les hablaremos de los temas de salud, moda cine y cultura.
Las locutoras que el día de hoy me acompañan son: Sofía Rojas, Salma Guerrero, Karen Pedroza y una servidora Lizbeth Medina.
SALUD
-¡Muy Buenas Tardes! Soy Sofía Rojas y hoy en el segmento de la Salud les hablare un poco de algo que a casi todos nos fascina y ese algo que nos fascina resulta tener grandes beneficios para nuestra salud específicamente para el deterioro de la memoria. Bueno estamos hablando del cacao, así es una deliciosa barra de chocolate tiene la capacidad de retrasar el típico deterioro cognitivo –sobre todo la dificultad de recordar– asociado a la edad.

Esto fue detectado por un equipo del centro médico de la Universidad de Columbia que ha realizado experimentos durante tres meses en los que los neuro-científicos suministraron una dieta rica en flavanoles que se encuentran en el cacao (900 mg al día) a una parte de 37 personas sanas de entre 50 y 69 años, mientras que el resto solo tomó 10 mg diarios.

Luego, analizaron las imágenes del flujo sanguíneo de sus cerebros, y no tuvieron ninguna duda: los giros dentados de los que tomaron más flavanoles mostraban una mayor actividad metabólica. Además, puntuaron significativamente más alto en los test de retentiva.

Bueno eso fue todo por mi parte en esta su sección de la salud. Sintonicen de nuevo si quieren seguir aprendiendo datos curiosos sobre la salud y cómo mejorarla. 
MODA
A continuación comenzaremos con el tema de salud a cargo de Sofía Rojas.
Que tal mis queridas radioescucha hoy hablaremos sobre las nuevas tendencias que nos trae el otoño invierno de este 2014, año con año se van creando nuevas tendencias y es de toda chica el querer estar a la moda y lucir lo mejor para esas fechas navideñas, así que aquí les traemos los mejores tips para sobresalir y lucir bellas.
Comencemos con los colores:
La orquídea radiante va a seguir siendo puntero durante la temporada otoño-invierno, tal como ha pasado durante la de primavera-verano de 2014. Y es que este llamativo color  resulta elegante a la vez que atrevido, así que no lo reserves para la época de calor, vístelo también para protegerte del frío.
El denominado Misted Yellow  es un amarillo similar al mostaza que pisará fuerte en la temporada invernal. Aunque a primera vista pueda parecer difícil de combinar, las opciones son infinitas y sobre todo... ¡ideales!
La combinación de blanco y negro tampoco puede faltar en tu armario. Ya sea con rayas, en cuadros o como más te apetezca, atrévete a juntar los dos colores básicos. ¡Triunfarás!
Otro de los colores tendencia es el tinto, una tonalidad que podrás vestir tanto de forma casual como en ocasiones especiales en las que quieras o debas vestir más elegante.
Pero no pienses que los estampados quedan relegados pues el animal print sigue presente en la temporada otoño-invierno así como también podrás lucir diseños vintage y sixties para estar a la moda.
También puedes usar los colores pastel pues son perfectos para las que buscan un look trendy y con aires románticos.
O las tonalidades del azul, como lo son el rey o el marino.
Y claro aquí están algunos consejos para lucir estos maravillosos colores
1. Usar un Jersey + falda: Es, sin duda, uno de los conjuntos ganadores de la temporada.
2.  Los 60 son la década estrella de esta temporada. Apuesta por vestidos con silueta en forma de A y alíalos con llamativas botas a la rodilla. ¡Lucirás fabulosa!

3.  Un jersey de punto siempre es un básico del armario femenino pero, además, este otoño es imprescindible
Así que ya lo sabes, toma nota de todos los colores y prendas que invadirán las tiendas durante el otoño e invierno de 2014 y 2015, regresamos contigo liz.
CINE
En el tema del cine les voy a hablar del desenlace de la trilogía: “Los juegos del hambre” Después de participar en el Tercer Vasallaje de los 25 y de salir de nuevo con vida por sorpresa, Katniss se enfrenta a su batalla más complicada en Los juegos del hambre 3, que adapta la primera parte de la novela de Suzzane Collins "Sinsajo".
En el desenlace de la trilogía distópica, una malherida e incluso afectada mentalmente Katniss deberá adaptarse a su nueva vida después de que los rebeldes del 'desaparecido' Distrito 13 la rescaten de la Arena al final de la 75 edición de los Juegos. Pero Peeta Mellark no corre la misma suerte y, junto a otros tributos como Johanna Mason y Enobaria, es capturado por el Capitolio, que lo somete a terribles torturas psicológicas, que incluso le hacen dudar de sus verdaderos sentimientos hacia Katniss.
La vida en el Distrito 13 no es tan fácil como Katniss se imaginaba, y mucho menos ahora que le faltan aliados. No puede contar con Finnick, muy alterado por el rapto de su prometida Annie, y tampoco con su mentor Haymitch, en el que no puede confiar después de que la engañara ocultándole su plan de rescate. A eso hay que sumarle la difícil relación con Alma Coin, presidenta del Distrito 13 que desea por todos los medios convertirla en símbolo de la revolución y valerse de su categoría de Sinsajo para contagiar al resto de los distritos. ¿Es Peeta el mismo de siempre? ¿Será peor la guerra que los Juegos del Hambre?
El tan esperado estreno desenlace se estrena el 21 de noviembre en las salas de México, esperamos que tenga una gran audiencia y que los fans queden totalmente satisfechos con ésta película.

CULTURA
ENTRA MUSICA  “Je veux”
BAJA A SONIDO
-Buenas tardes les habla la voz de la cultura con el programa más oído por nuestros radioescuchas, muchas gracias por seguir con nosotros como siempre lo han demostrado, mientras tanto hoy les informaremos de los sucesos culturales que se vivieron durante las últimas semanas en nuestra adorada Bachuaa.
En primerísimo lugar les anunciaremos lo ocurrido durante la 50 semana cultural de nuestra prepa, que dio lugar el día viernes 7 de noviembre.
ENTRA MUSICA  “Cincuentainne - G. Marie”
BAJA DE SONIDO
-Abriendo con la presentación de los talleres de danza que ofrece nuestra institución, comenzando desde las 10:00 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde, finalizando con los grupos de Ballet Clásico dirigidos por el Prof. José Luis Sustaita, quien fue primer bailarín del ballet de Aguascalientes, fundado ya hace varios años y quien acompaño a la perfecta bailarina María.
Hubo varias decepciones por el recorte del programa, pues las imnotizantes danzas hawaianas fueron suspendidas, así como las estilizadas de la danza flamenca, tan representativas de España.
Para cerrar con broche de oro esta semana se invitó a Conchita, gran intérprete y cantante de música de ópera, quien nos deleitó de la manera más sorprendente y dejándonos a todos boqui abierta, con su hermosísima voz y su gran corazón. Esta mujer ha llenado los corazones de todos los mexicanos y ocupado cada pupitre en bellas artes, teniendo una técnica y presencia impresionante.
ENTRA MUSICA  “Guillermo Otell”
BAJA DE SONIDO
Para finalizar los invito este 13 de Noviembre a escuchar el gran trabajo del ensamble inicial y el ensamble real de jóvenes universitarios, interpretando canciones que llegaran hasta sus corazones, como aquella que se escucha el retumbar de las corridas de caballos (Guillermo Otell), y un gran repertorio que les encantara, se dará lugar en el bachillerato oriente a partir de las 7 de la noche.
Muchas gracias por su atención nos vemos la próxima semana en la misma estación, a la misma hora.
Que tengan buena tarde, hasta luego.
SALE MUSICA

DESPEDIDA
Agradecemos a todos nuestros radioescuchas y esperamos que hayan pasado una tarde agradable, en nombre de todo el equipo de 4 voces les deseamos una excelente tarde, Hasta luego.